Hace un par de semanas os anunciamos nuestra gran cita con el Celler de Can Roca, pero aún no habíamos tenido ocasión para contaros la experiencia. Y qué mejor que ahora que ya podemos decir que hemos estado en El Mejor Restaurante del Mundo, sí sí el Number 1!
La verdad es que no hay palabras para describirlo, hay que vivirlo! Pero vamos a intentarlo…
Sólo llegar nos dejaron hacer una visita a la cocina, donde pudimos ver lo que se cuece en los fogones de Los Roca y así… nuestros sentidos empezaron a activarse: la velada prometía!
No tuvimos ninguna duda en escoger el menú festival y qué nombre tan acertado para la colección de sorpresas que degustamos.
Empezamos comiéndonos el mundo, con el sabor de cada uno de los aperitivos pudimos averiguar dónde estábamos viajando: Méjico, Perú, China, Japón y Marruecos.
Queremos hacer una especial mención al olivo en miniatura que nos plantaron en la mesa para servirnos las olivas caramelizadas!
¿Te imaginas el famoso helado de Contesa de espárragos blancos y trufa? ¿o envolver unas colmenillas (múrgules) con la nata de la leche? ¿o sumergiros en el mar para degustar una ensalada de anémonas, algas y navajas?
Antes de acabar nuestra inmersión recogimos un poco de agua de mar y plancton para crear Tota la gamba (Gamba a la brasa, jugo de la cabeza con algas, agua de mar y bizcocho de plancton)
Y como hemos empezado diciendo, es una experiencia que se vive con todos los sentidos, pues con un juego sensorial iniciamos la degustación de postres: Adaptación del perfume Shalimar de Guerlain. Después de probarlo nos llegaba la inconfundible fragancia… Esta vez, olor y gusto coincidieron sin abandonar el impacto visual de su puesta en escena.
Sin lugar a dudas, un espectáculo. Un menú lleno de auténticas obras de arte que lo convierten, como su nombre bien define, en un gran festival.