Y ahora os preguntaréis…. de que me están hablando? Tantos días sin receta y ahora las tomateras vienen con algo que ni se entiende… Nasu dengaku?
Pues te diremos que se trata de uno de nuestros platos favoritos del mundo nipón y además su ingrediente principal es nuestra querida berenjena o conocida en Japón como Nasu!
Esta vez para prepararlo deberás hacerte con algunos básicos japos. Para 4 berenjenas pequeñas necesitarás las siguientes cantidades:
- 100g de miso blanco.
- 50cc de sake, sabías que este licor está hecho a base de arroz fermentado?
- 50cc de mirin ¿No usamos nosotros vino para cocinar? Pues ellos también! El mirin es un condimento parecido al sake pero con bajo contenido en alcohol.
- Media cucharadita de polvo de caldo dashi. El dashi es un potenciador de sabor hecho a base de alga y bonito seco.
- 30g de azúcar
Y un poco de cebolleta y sésamo si te apetece decorar!
Lo primero es preparar las berenjenas, les pincharemos la piel con un palillo, las cortaremos en rodajas de unos 2-3 dedos de ancho o longitudinalmente (por la mitad) y haremos cortes en el interior haciendo forma de rombos. Para quitar la humedad y amargor echaremos un poco de sal en los cortes y después de unos minutos las enjuagaremos y las secaremos bien con papel de cocina.
La receta original es freírlas en abundante aceite de girasol, aunque nuestra versión es algo más ligera así que al horno nos vamos. Déjalas en él hasta que las veas doraditas.
Mientras pon el mirin, el sake y el azúcar en una cazuela y a fuego lento para que desaparezca el olor a alcohol. Una vez apartado del fuego, disolvemos en la mezcla anterior el caldo dashi y la pasta de miso.
Para terminar pinta la berenjena con la mezcla y caliéntalo al horno durante unos 10 minutos, verás que la salsa empieza a burbujear, listo!
Remátalo decorándolas con unas semillas de sésamo y unas rodajitas verdes de cebolleta.
¿Sabías qué?
El miso es el resultado de fermentar las habas de soja, a veces junto a un cereal. En Japón existen muchas variedades. La receta más conocida es la sopa de miso.
Es un alimento repleto de atributos:
- Ayuda a la digestión gracias a contener microorganismos como el lactobacillus que permiten el equilibrio de la flora intestinal.
- Bajo contenido en grasas, y las que contiene son insaturadas, concretamente aceites ricos en lecitina y ácido linoleico. Este hecho nos ayuda a bajar niveles altos de colesterol o bien en dietas de adelgazamiento.
- Rico en proteínas. Ideal para dietas vegetarianas.
- Contiene una gran cantidad de vitaminas y minerales. Entre ellas, cabe destacar la Vitamina B12, inexistente en la mayoría de alimentos de origen vegetal y tan importante para mantenimiento de nuestro sistema nervioso central.