Hace un par de fin de semana hicimos una escapadita al país vecino, no! no te vayas hacia arriba, nos escapamos a Portugal!
Sólo eran dos días así que tuvimos que aprovechar el tiempo para recorrernos las calles de Lisboa, la ruta por la costa la dejamos para otra ocasión.
Cuesta arriba y cuesta abajo, el tranvía 28 serpenteando por las calles adoquinadas del centro, las paredes repletas de azulejos… y llegamos a orillas del Tajo, parecía que estuviéramos en un puerto marítimo, pero la pintoresca postal era fluvial.
Empezamos a descubrir tiendecitas de ultramarinos de lo más auténtico, parecía que hubiéramos viajado a la España de 50 años atrás.
Y entre colmado y colmado encontramos un local decorado con azulejos en las paredes, semejándose a una lonja de pescado. Cada rincón descubría una marca de conservas de las empresas pesqueras más antiguas de Portugal.
Dedicamos un buen rato de nuestro ajetreado día en Lisboa a Loja das Conservas. Las latas más típicas, las de sardinas y atún, pero también encontramos otras conservas como filetes de caballa.
Las sardinas es uno de los iconos gráficos de Portugal, al menos de Lisboa, toda la ciudad está llena de muñecos, fotos de ellas y cualquier souvenir que puedas imaginar.
En la lonja hasta encontramos una lata de sardinas de chocolate negro, así que ya teníamos conserva para nuestro paladar más chocolatero.
Nos costó decidirnos, ya que cada familia aporta su secreto: atún en aceite biológico, con tomillo, al natural… para las sardinas cada uno también aporta su receta, en salsa de tomate, con aceite picante de guindilla, en aceite de oliva extra…
Preparamos una cajita con una pequeña muestra de las que nos llamaron más la atención para llevarnos a casa. Si, es cierto, el packaging de algunas de ellas nos tentaron para escogerlas.
También nos encontramos con las conservas más cool, tradición con restyling, las recuerdas?