Hoy os traemos otra receta de salsa, esta vez a juego con el color intenso que reluce desde hace ya días en plena naturaleza. Os presentamos un rico pesto genovese, bien para acompañar una clásica pasta, un buen tomate, que ya empezamos a encontrar en el mercado, una lasañita de verduras, la base de un panini o miles de combinaciones que no se resistirán a esta salsa verde.
El origen del pesto se situa en Génova y su nombre proviene de la palabra genovesa “pestare”, que significa “machacar en un mortero”. Los más puristas apuestan por la preparación con mortero y detestan los pequeños electrodomésticos.
Para elaborarlo necesitaremos 6 ingredientes muy fáciles de encontrar:
- 25 g de piñones
- 100 g de albahaca fresca
- 60 g de queso Parmigiano Reggiano troceado
- 40 g de queso variedad Pecorino rallado
- 1 diente de ajo (nosotros utilizamos ajo negro)
- 100 ml de aceite de oliva extra virgen
Machacamos primero el ajo y los piñones, continuamos con la albahaca y acabamos con la mezcla de quesos y el aceite de oliva. Con estos 3 pasos conseguiremos una salsa espesa, en la que debemos notar pequeños trozos de cada uno de sus ingredientes, pues la textura no debe ser nunca lisa.
El pesto tiene una amplia variedad de aplicaciones así como de variaciones. Podemos añadirle tomate y conseguir pesto rosso, alcachofas y catar un pesto bianco, sustituir los piñones por nueces o incluso su base de albahaca por rúcula o espinacas. ¿Con cúal de ellas te quedas?